En esta página publicaremos una selección de colaboraciones literarias relacionadas
con nuestro pueblo. Dicha selección irá surgiendo de los aportes que vayamos recibiendo en nuestra dirección
de e-mail: masradio@cernet.com.ar .
HOLA MAMÁ
Buen
día mama. Hola, hoy soy otro, soy nada mas y nada menos que el que siempre quise ser y nunca pude y que sabe que estas
viva , viva como el fuego que a todos acaricia con su luz, nunca, jamás preguntaste como, cuando ni porque, la misión
de tu vida era darme vida y la cumpliste como nadie , tan pero tan incondicional me resultaste que de golpe siento como
un nudo en la garganta cuando pienso que tantas veces me descolgué de tus brazos y te deje allí, sola , esperando sentada
a que se aligere tu reloj en mi frágil inconciencia , ya vuelvo mamá!!! Te decía ¡¡¡no te preocupes!!!,......no ...¡que
te vas a preocupar!!! Te deshacés que no es lo mismo y te abandonas en fantasías aumentadas por la actualidad y los tiempos
que corren , y claro tenés razón , uno nunca sabe , me decías :yo se lo que te digo, tené cuidado ¡¡..no me trates como
a un niño mama , no no ,no ......espera , perdón , es todo una una mentira , siempre , todo ,absolutamente todo
, creo que lo hago como para que nunca te olvides que seré siempre tu chico, por favor mama , dale ¿querés? Tratáme como
un chico pero no sufras mas, amparate en mi por lo menos esta vez , yo por mi lado te prometo que nunca , pero en
serio , nunca me voy a olvidar de esta mañana y tu alegría.
Eulogio.
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El Señor
de los Caminos
El señor de
los caminos
Con un carro
y tres caballos
Dios te confío
un destino
Mensajero de
la paz
Y señor de los
caminos
Por los caminos
de barro con tu carro vos pasabas
Para poder entregar
lo que tu cliente encargaba
Tu lucha ha
sido muy dura
Pero saliste
adelante
Sentado en el
pescante mirando siempre de frente
Y nunca mirando
atrás
Con tu carro
y tres caballos cruzando montes y llanos
En medio de
aquel sendero como buscando el destino
Ahí va salvador
heredo el señor de los caminos
Todos los seres
en el mundo cumplimos una misión
No importa la
condición en que nos toque vivir
Por eso es más
importante el que nos deje un mensaje
Que es lo que
va a servir para seguir adelante
Con un carro
y tres caballos has cumplido tu destino
Luchador infatigable
fuiste un digno peregrino
Nunca me voy
a olvidar a horas de tu partida
Te vi con tanta
alegría bailando una tarantela
Nos diste tu
despedida
Pero seguiste
el camino y en una huella rocosa
Ahí se cumplió
tu destino
Vos has dejado
un mensaje que no quedo en el olvido
Hoy sos la estrella
brillante
La que alumbra
los caminos.
Rodolfo ABAL.
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PARERA DE LOS 40
Después de una larga ausencia
hoy he vuelto por aquí,
encuentro todo cambiado
de lo que yo conocí.
Ya no existe aquel molino
en el medio de la plaza.
Ya no se ven aquellas casas
hechas con barro y chorizo.
Hoy hay modernos edificios
y sus calles asfaltadas.
Hoy ya no existen más
calles con arena y el cordón.
Ya no se ve la majada
de don Anselmo Chacón.
Ya no se ve más correr
al oscuro de Tagliani.
Tampoco se ve a Rapuzi
en el taller de Pisan.
Ya no se ve a Beder
con los muchachos en la esquina.
Con sus chistes y su sonrisa
nos daba mucha alegría.
Ya no se ve a Caciano
con su carro panadero,
con la canasta en la mano
repartiendo las galletas.
Haciendo honor a su oficio,
ya no se ve a Chano Audisio
en la cancha de paleta.
Me da un poco de tristeza
tener que hacer este relato.
Tal vez cosas del destino.
Ya no existe más Cristino
ni tampoco Santiago Castro.
Ya no existe aquel lechero
con su reparto pueblero.
Ya no se ve el cadenero
de aquellos grandes carruajes,
que con fuerza y coraje,
marchaban a San Marcelo.
Quiero hacerles llegar este,
mi humilde homenaje
a aquellos que ya no están
y que seguro han partido,
que a pesar de la distancia,
no han quedado en el olvido.
Pero les quiero aclarar
y si ustedes lo prefieren,
aunque mi inteligencia es lerda,
y esto tengan bien presente,
las personas nunca mueren,
cuando el pueblo las recuerda.
Rodolfo Abal
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IGUAL QUE TÚ
Note burles de mi solo te pido ni tampoco te rías te lo ruego cuando interrumpo
si querer, lo juro el transcurrir sereno de tus juegos Es que soy lento, y tu... aprendes en minutos lo que
me lleva, tal vez, días aprenderlo acéptame no me trates como algo que poco y nada te entristecería perderlo. Igual
que tu soy niño y me gustan las cosas, que te gustan, la sencillez de las manos embarradas, los caramelos de menta, la
tibieza del lomo de los gatos y la leche tibia, en tardes de tormenta. Quiero tan solo pedirte compartir tus juegos, que
permitas que ocupe.....solo un sector de tu sagrada zona con solo esto me conformo obsérvame...... soy una
persona.
EULOGIO.
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A DIEGO
Dedicado a ELDIEGO luego de su ultimo gol en un mundial--4a0 a Grecia en EEUU 1994
Vi tus
ojos alineados con el cielo y tu boca redondeada en ese grito sin G y sin L solo las O quedaban y las estabas lanzando
al infinito.
Ese grito que ahora explota en tu garganta y multiplican las tribunas desbordadas fue embrión en
tu empeine, madre zurda padre todo corazón -lo parió el alma-
Lo festejaste a mil ¡que te importaba! que llegara
una sanción disciplinaria querías volar, llegar hasta esos dedos que tras los rombos de alambre se crispaban
¿la
de cuero? La de cuero te miraba desde el fondo de esa red a la que hace solo instantes le dibujaste un chichon detras
del sitio en que dos caños se bifurcan en parante.
EULOGIO.
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EN BUSCA DE MI CAMINO
Abra la puerta patrón,
que buscare mi camino,
si ese será mi destino,
andaré sin descansar,
hasta que pueda encontrar,
mi lugar bien definido.
Quisiera ser y no puedo,
mi manera de sentir,
quisiera ser un letrado,
para poder escribir.
Mi inteligencia no alcanza,
para decir lo que siento,
por eso yo lo lamento,
de no estar bien preparado.
Que triste de los varones,
que no fueron a la escuela,
y que poco les importa,
a la larga o a la corta,
son presa de los halcones.
Ando buscando el camino,
y no lo puedo encontrar,
pero no debo aflojar,
con paso firme y seguro,
despacito y sin virajes,
del tren que va muy ligero,
no se contempla el paisaje.
Muchas cosas pierde el hombre,
que a veces las vuelve a hallar,
pero le debo aclarar y con esto me despido,
que jamás van a encontrar,
aquello que no han perdido.
Rodolfo Abal.
Abalito
DEDICADO A BERTO Y BENITO LAVECINI.
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HISTORIA DE MONUMENTO
Pio Doñagueda recién había cerrado el almacén, que era, por aquellos días de la década del treinta, el
más importante de Parera, un almacén de ramos generales donde la señora compraba desde las telas, hasta las bolsas de azúcar
en terrones, los hombres desde tabaco hasta las alpargatas, o bien se tomaban un
vinito de pasada, como para templar el espíritu.
Como de costumbre en las tardecitas de verano, se había sentado
en la esquina a ver jugar a sus hijos junto a los chicos del pueblo, el travieso hijo de Don Arias, el pequeño Claudio,
Julito Pérez y siempre junto a ellos el grandulón de Antonito Depetris, que aunque ya usaba pantalones largos, igual disfrutaba
jugando a la escondida o bien a un nuevo juego que era furor aquel verano, “la payana”.
-Buenas tardes!- dijo Don Antonio Safigueroa.
-Buenas y santas!- respondió, como se usaba decir, según la moda en esos años, un Pío siempre amable
pero a la vez innovador en sus dichos.
Safigueroa, Jefe Comunal, solía pasar todo los días a charlar con Pío, entre comentario y comentario
siempre lo consultaba para tomar decisiones sobre las cosas del pueblo, y si algo lo tenía ocupado era el embellecimiento
de la plaza.
Pocas cosas, a Safigueroa, le gustaban menos que aquel molino que estaba situado justo en el centro de
la plaza, pero era un mal necesario, ya que estéticamente no era muy lindo pero tenia vital importancia a la hora de regar
las plantas.
El proyecto que tenia en mente era tan innovador como lo era la corriente eléctrica.
Desde que en Parera se podía gozar de las virtudes del incipiente progreso, el sueño de Safigueroa era
sacar el molino de la céntrica plaza “Pepe Trovatto”. A falta de
ideas y sobra de compromisos, este nombre que había convenido con el querido amigo de Quetrequén, Don Félix Trovatto. Este
era un gran cliente del modesto hotel propiedad del jefe comunal, pues había sido papá del pequeño José y bajo la promesa
del padrinazgo, a cambio se le daría su nombre a la después rebautizada Plaza Estanislao Zeballos.
Luego de algunos años y fue canjeado el nombre original
por una deuda contraída por Trovatto en el almacén de los Ceballos en Quetrequén... y el afán de ganar fama en Parera les
valió la cancelación de la deuda. Fue así que del original “Pepe Trovatto” pasó a la posteridad como Plaza Estanislao
Zeballos.
Tardó algunos años pero al fin llegó la enorme caja de madera que por el tren desde Buenos Aires llegaría
hasta Quetrequén y su destino final: Parera.
Por fin había llegado, como solo se había recibido al Gobernador Duval, o tal
el entierro de Pedro Medici, fue impactante la caravana de unos pocos autos, varios carruajes, decenas de a caballo y cientos
de vecinos de a pie recibieron lo que marcó un punto de inflexión en la historia local, una mezcla de industrialización, tecnología
y modernización. Lo que luego se transformaría en decepción, fracaso y papelón (subsanado posteriormente gracias al ingenio
de quien sino de un adolescente intrépido y temerario, Claudio Arias).
¡Había llegado, no solo a Parera, sino a toda la región, el primer bombeador!
La caja cerrada fue bajada en la esquina de la Avenida San Martín y Libertad, lugar desde el cual nunca mas se movió hasta hoy, allí todos se reunieron formando un círculo en torno
a la inédita presencia de un artefacto absolutamente desconocido por aquellos días, quitaron las sogas, los clavos del cajón
de madera... y lentamente entre cuatro baquianos forzudos comenzaron a sustraer la novedad, que poco a poco, lentamente, como
una aparición fantasmagórica comenzó a emerger. Era un robusto aparto del cual todos quedaron absolutamente fascinados, lo
que dio temas de conversación durante los próximos meses, hasta que fueron desvaneciéndose de a poco las ilusiones de verlo
funcionar.
Primer problema que surgió ante la imprevisión dada por la ansiedad, era la falta de una perforación
de agua en el lugar elegido para ubicarlo, la esquina de San Martín y Libertad, ya por decreto municipal y por expreso pedido
de Don Arias, que habría colaborado con unos pesos para la compra a cambio de la ubicación, lo que permitiría a los parroquianos
que visitaban su boliche dar de beber a los caballos. Esta, solo alguna de las causas del no permitirse el cambio de lugar
de la instalación de aquella invalorable innovación tecnológica.
Fue así que tuvo su minuto gloria, un jovencito hijo de españoles de contextura alta e esbelta, con ideas
emprendedoras que lo llevarían a tomar popularidad en el pueblo, era el turno de Juan Siero que sin quererlo se forjaría un
futuro gracias a esta oportunidad, ya que al ver la necesidad imperiosa de un trabajo especial viajó exclusivamente para la
ocasión hasta la capital pampeana donde adquirió una perforadora nueva, la primera y única que le daría de vivir el resto
de sus días.
La apariencia de la perforadora no era menos espectacular y llamativa que la del bombeador. Comenzaron los trabajos en la primera perforación, la segunda, luego la tercera y así sucesivamente, ya
que una enorme capa de piedra mora tornó imposible la tarea en aquel área de la plaza llevando al estrepitoso fracaso del
pobre Juan y sus sueños de adolescente emprendedor y de un Safigueroa que intentaba cambiar la historia de la localidad...
Las ideas sobre que hacer con el novedoso bombeador fueron muchas, desde su venta, su donación, hasta
pensar en su destrucción, idea de Safigueroa que lo veía como el símbolo de su gran fracaso de gestión.
Llegaría al fin la sagacidad, la creatividad y el emprendedor entusiasmo de aquel, ya muchachón, de ideas
siempre adelantadas a sus tiempos, quien sino, Claudio Arias.
Argumentando que era una pena deshacerse de aquel malogrado símbolo del adelanto tecnológico local, malogrado,
pero símbolo al fin, debía rescatarse... y dado que en el Pueblo todavía no había ningún monumento... por que no usarlo como
base de uno, en honor al progreso local.
La idea, aunque algo disparatada para los de su época, pronto ganó la aceptación popular, ya que Claudio
era una persona popular en sí mismo.
Pronto comenzaron los trabajos, primero se aseguró el bombeador al piso, luego se lo cubrió con un típico
“cubrebombeador” de chapa y luego el revoque de cemento... a los pocos años
se le colocó una placa que lleva aún hoy el nombre de Estanislao Zeballos. Si, ahora Zeballos con zeta encubriendo
el verdadero motivo de su nombre...
Pasaron los años y aquel símbolo de progresos y fracasos a la vez, sigue en pie muy cerca de la esquina
de San Martín y Libertad sin que se conozca hasta hoy esta, su verdadera historia de monumento. Solo, está allí como un simple
monolito con forma de “cubrebombeador” ocultando sueños, anhelos
y aventuras de un Parera de principios de siglo pasado.
Segundo
Nota del Autor: Los hechos aquí redactados son, todos,
fruto de la imaginación. Con gran respeto me tomé el atrevimiento de utilizar los nombres de algunos de nuestros queridos
antiguos vecinos que bien hubieran podido protagonizar una historia similar.
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JARDÍN DE ROSAS
Vas de viaje en tu carroza, con tu silueta preciosa,
que al mirarte caminar, sos mas linda que una rosa.
Tu elegante caminar con alegría y amor
vas dejando en tu camino el perfume de una flor.
Tu ternura y tu belleza, las dos van de la misma mano,
por eso con todo acierto te ha elegido el soberano.
Hoy Parera esta feliz, de ver tantas lindas cosas,
en su jardín han nacido tres pimpollos y una rosa.
Hoy se ha cumplido tu sueño, de tanto tiempo esperado,
tu belleza y tu talento, ha pesado en el jurado.
En el jardín de las flores sos la mas linda y hermosa,
por eso con todo orgullo sos la reina de las rosas.
Tus amigos te saludan con gran cariño y amor,
al contemplar tu belleza les palpita el corazón.
Todo el pueblo te acompaña y se siente muy feliz,
a pesar de la distancia yo lo siento desde aquí.
Sos la reina soberana, la mas hermosa de aquí,
ruego a dios que te bendiga y que seas muy feliz.
Al llegar la primavera todo el mundo va a la plaza,
a la mañana temprano, la carroza con su reina
muy feliz hace su paso saludando al soberano.
Rodolfo Abal
"Abalito”
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